Este sistema funciona como una forma de adquirir bienes y servicios mediante el aporte mensual de un número determinado de cuotas, las cuales deben ser pagadas de manera periódica por los integrantes del grupo, ya sean personas naturales o jurídicas. Los miembros del grupo comparten el objetivo común, priorizando el bienestar colectivo sobre los intereses individuales, lo que les permite alcanzar metas de manera organizada y accesible. Las empresas de Fondos Colectivos están dedicadas exclusivamente a gestionar este tipo de sistema, asegurándose de cumplir con las regulaciones establecidas por la Superintendencia de Mercado de Valores (SMV). Estas normativas garantizan que el proceso sea transparente y seguro para todos los participantes, brindándoles confianza en que sus aportes están siendo administrados correctamente y que el cumplimiento de las cuotas los acercará progresivamente a la adquisición de los bienes o servicios deseados.